lunes, 30 de julio de 2012

¿PUEDES ECHAR DE MENOS A ALGUIEN QUE NO CONOCES?


                        ¿PUEDES ECHAR DE MENOS A ALGUIEN QUE NO CONOCES?

Aquí donde nadie me ve te escribo. Inmersa en esta tempestad de saber que ha llegado el final, que todo lo esperado se ha desvanecido. Inmersa en este pliegue arrugado donde todo lo ancestral está escrito. En este insensato corazón que me impide que te expulse al exilio.

Porque podrás marcharte, podrás huir, podrás quitarle voz a tus sentimientos, podrás hacer todos los intentos para que desaparezcas, pero yo voy a seguir luchando, no quiero deshacerme de este sentimiento que me llena el alma. No quiero usurpar tu puesto con otras manos, con otro cuerpo. Seguirás en mí, por más que insistas en empujarme para un lado. No, no podrás matar lo que siento, eso es imposible.

Pondrás trincheras, pondrás silencios, pondrás distancias. Pondrás palabras, pondrás trampas, pondrás despegos. Pondrás todo y más para alejarme de esto que siento, pero allá donde esté, con quien esté y aunque sus caricias puedan estremecer mi cuerpo, siempre estarás tú. Acariciándome en mis noches a solas, escribiendo en cada página de esta bella historia el porqué te amé.

Callaré amor, sí, callaré al mundo lo que siento, callaré para que tú no oigas este corazón trotar al ritmo de este alocado caballo que sabe cual es su sitio. Sí callaré mi voz, sellaré mis labios, callaré los latidos que gritan en voz alta: eres tú, sé que eres tú, por más defectos que quieras mostrarme. Porque aún así, conociendo cada una de tus miserias te sigo amando. Callaré sí, no porque tú me lo pidas, sino porque ya no me opongo al sentimiento.

Ya no tengo que gritar al mundo esto que siento, ya no tengo que justificar a todos aquellos que nada entienden, el porqué sólo sale el sol si estás conmigo, el porqué en tus brazos me siento en casa, el porqué cuando te miro te veo hermoso, infinitamente hermoso. El porqué lo que parecen desaires, son todos tus miedos a saberte querido, El porqué cuando te pienso una ráfaga de luz recorre mi alma, el porqués de tantos porqués que no tienen una razón ni un motivo.

Simplemente es, porque es, porque está, porque lo siento, y vaya donde vaya, esté con quien esté, siempre me seguiré preguntando:

¿Puedes echar de menos a alguien que no conoces?