lunes, 25 de julio de 2011

TODO ES NADA SI NO TE TENGO

TODO ES NADA SI NO TE TENGO 

Hoy no puedo detener estas letras que gritan tu nombre entre los pliegues arrugados de este papel sedado de recuerdos. Se desborda la añoranza por los bordes y no puedo sostenerlo por más tiempo. Tiembla la voz silenciada entre las manos de mis sueños y permanezco inerte sustentada por los hilos de la magia que fecunda los momentos.

Eres tú la única razón de mi existencia, eres tú la fuente de la que mana los destellos de este cielo que une ilusiones olvidadas y descose los dolores de mi falda.

No sueltes mi mano, no me abandones en la penumbra de esta cueva en busca de ese yo,  que no encuentro. Sigue a mi lado, lucha por este sentimiento que implora despertar de nuevo entre las borrascas de tus miedos.

Cierra puertas y ventanas que no se escapen entre sus rendijas mi rostro, ese que a veces me invento para no tener que despertar de esta soledad que me corroe sin tu aliento.

¿Qué hacer si no te encuentro?

¿Será que aunque lo tenga todo, todo es nada si no te tengo?

Pelea por mí, no desistas en el intento, que tengo miedo. No sueltes la cuerda que nos ata, esa que anudé a mi cintura para llenarme de la sangre cegadora que circula por tu cuerpo. No sueltes mi mano, que ingrávida me mezo en ese cielo, buscando las respuestas inexistentes del destino, improvisando encuentros a la lumbre de este fuego que sustenta los anhelos olvidados.

A veces camino sin juicio para perderme de mi misma y allí siempre te encuentro, atado a un muro de piedra observando el mundo…Y me pregunto ¿Verá lo que yo veo?

Y entonces cierro un ojo para poder oír al silencio, para destripar esas verdades que ni yo misma me creo. ¿Será que nada es cierto? ¿Será que ni mi alma sabe lo que tengo dentro? No me sueltes de tu mano, sigue a mi lado, aunque tengas miedo…

Que aunque lo tenga todo, todo es nada si no te tengo.



                                                                                                                            Hilave  

LO QUE LOS SILENCIOS HABLAN

LO QUE LOS SILENCIOS HABLAN 

Un temblor ha desnudado mi carne, y en el abismo de este sentir ha muerto el suspiro
Millones de puñales me penetran lentamente, agonizando los latidos de este cielo
Mi esperanza ha abortado en el glaciar de tus caricias, y mi sonrisa es hoy llanto padeciendo.

No preguntes por qué he bajado las persianas de mis sueños, ni por qué la decepción se ha ceñido a mi cintura. Soy mentira circulando por el latir dolorido de mis venas, por este querer no quererte y quemarme entre tus llamas.

Camino por este suelo que a mis pasos se abren grietas, sepultando entre las manos anegadas de vacíos este vomitar mis ganas y tu desidia.

Se han roto en este crujir de huesos, las lunas que enturbiaban mis ojos y mi locura, se ha despojado la noche de tu recuerdo, y he asesinado entre sollozos este dolor funesto que me devora a mí y a ti te mata.

No es derroche de tactos sin alma lo que mi cuerpo suplica, no son besos sin labios, ni caricias sin fuego, lo que esta piel grita en voz alta. Soy primitiva y no sé besar sin  el acicalo de las palabras, necesito del cruce de las miradas, del juego zigzagueante  de dos manos y del flirteo juguetón de las dos almas.

No preguntes en qué momento detuve el caminar de mis dedos, ni qué palabras mataron los sentimientos. No quieras saber en que punto del papel decidí derrocar las armas, ni en que instante de soledad comprendí lo que los silencios hablan.

No preguntes por qué  mis pies deshacen sus pasos, soy carne viva derramando sangre por el sendero en el que tú andas.

Mi corazón invoca al instinto, soy primitiva, no sé vivir sin alma.
Ya no preguntes, porque no hay respuestas, las asesiné para salvarlas…

                                                                                                                                   HILAVE



             

domingo, 3 de julio de 2011

VUELVE AL PRIMER MIEDO PARA ENCONTRAR LA MUERTE DE TU SUSPIRO

Desnudo la voz, para sentirla, para destramar el inicio de este temblor que destruye lo que es, para no ser…

Circunciso los axiomas atados a mi carne, acariciando entre sollozos la lúgubre penumbra del pasado. Se alzan los silencios inconclusos y se desvelan los estigmas de este recorrer parado por los pasadizos siniestros del pecado.

Llueven capas de esperanza en el filo laminar de esta lengua que se desviste para pronunciar las palabras aniquiladas por el tiempo. Se difuminan las tenues miradas y observo con los ojos abiertos la mano subyacente del que llora.

¿Cuándo subrogué el suicidio de mi sangre? ¿Cuándo sentencié los gritos de mis manos para enarbolar las caricias cautelosas?

Resucito sin presencia de la muerte entre las fosas mortuorias de este mundo. Destripo los adentros de las fardas  ficciones y renazco desnuda de fariseas creencias amparada en la cumbre insurrecta de mi estirpe.

Ya no hay gritos de fantasmas, ya no me aferro a la tierra que piso para permanecer sepultada por las sombras. Ya no enjuicio tus verdades piadosas ni me crezco manipulada ante las mentes diminutas. Me emancipé de tus brazos amorosos con grilletes que sepultaban a este ser que se evaporaba entre las grietas para escapar de las rejas de la infancia.

Vuelvo al manantial donde se plantó el primer suspiro, donde con cadenas sepultadas se silenció las voces insurrectas de mi carne. Vuelvo a destramar los canales anegados de mentiras, los campos mórficos de este sentir enclaustrado entre paneles de compostura.

Vuelve al primer miedo para encontrar la muerte de tu suspiro.


                                                                                                                     HILAVE junio 2011