martes, 24 de mayo de 2011

DESNUDAR QUIMERAS Y VESTIR REALIDADES

Desnudar quimeras y vestir realidades
 

Ingrávida me balanceo en medio de la nada, la cuerda cuelga solitaria en ese cielo donde permanecía enganchada. No había tierra bajo mis pies, pero persistía en buscar lo inexistente, en alzar el lodo y subsistir a base de esperanza.

Miré mis manos y las observé gastadas, solté el hilo con el perpetuaba las sombras, los fantasmas, ese ilusorio firmamento donde sólo se mueven las almas.

Y desciendo al vacío, a ese mundo in táctil donde flotan los intrusos de este mundo. Aquellos que han perdido el hilo del destino, aquellos que buscan la tierra del camino.

Desciendo lentamente cerrando mis ojos, intentando aferrarme a las redondeces de las rocas, para no sentir que resbalo al precipicio, que vago solitaria entre las fauces de este abismo que devora mi triunfo.

Lágrimas humedecen mis labios mientras contemplo la quimera de esa fibra que se deshilachaba entre mis manos. Soñaba con aludes de arena que me rescatara del naufragio. Con ese milagro inesperado que rellenara de polvo la sima de mis besos. Que atiborrara de luces las sombras de esa grieta desierta de farolas encendidas.

Desciendo lentamente, pero aún espero que unas manos me sostengan, detengan mi caída, cubran de algodón el suelo que vislumbro desde lejos, al que no quiero llegar por miedo a lo desconocido, por miedo a no pertenecer a ningún lado, por miedo a ser desterrado de este sitio donde mueren los buenos y viven los malos.

Pero cansada de esperar, me lanzo a lo invisible, me desprendo de las garras y huyo en busca de esa tierra donde construir mis sueños, donde regar mis mañanas, donde despertar con ese sentir profundo de desnudar quimeras y vestir realidades.


Hilave mayo 2011

domingo, 22 de mayo de 2011

LIBRE SOY

Rasgando los jirones de mi traje camino sin rumbo fijo
Navego por las lágrimas de mi decepción
Dejando una hilera de retales a mí paso.
Tapo mis oídos mientras gritas mi nombre
Sepultando tus voces entre el hueco de mis ramas.
Chantajeas al volcán de mi cuerpo con tus manos impregnadas en llamas,
Pero olvidas que yo sólo respondo a los dictados de mi alma.
Seduces a la mujer que vive en mí con lujuriosas palabras,
Ignorando que mis sentidos son sordos si pretendes atarme las alas.
Provocas a mi vergüenza para que vele la desnudez que me empaña
Cubra de miedos mi cuerpo y de carencias mi raza
Nunca podrás atar mi libertad con falsas palabras
Ella vuela buscando su sitio y nunca podrás apartarla
Desgarro mis vestiduras, no quiero el ropaje que tú me engalanas
Transito lugares deshonestos para enfrentarme a las mentes gastadas
Libre soy, nunca podrás apresarme entre tus garras
No me vendas estabilidad entre rejas, que de eso ya estoy empachada
Soy complicada, imperfecta hasta enredada, giro al compás de la noria emborrachando de néctar mi inquieta mirada.
Me gusta caminar por el deseo sin otro manual que el instinto primitivo del que ama
No circulo por callejuelas estrechas, que me oprimen y no puedo moverme a mis anchas
No acaricies mis pensamientos, que ellos son turbulencia cuando están en calma
No me pidas que camine sobre tierra, porque siempre miro a tres palmos de tu mirada cansada de encontrar aparentes sapos vestidos de príncipe y tragar mis deseos entre las letras de estas páginas.
Me marcho de nuevo a mi cueva, sola, pero con alas
Gracias por tus caricias, pero no quiero mimos con anclas.
Nunca más volverán a enjaularme por unas caricias atadas.

¿QUÉ ES AMOR?

Me preguntas ¿qué es amor?

Y tus palabras, me hacen volver a los orígenes
Al manantial donde se fraguó el primer latido
Y la brisa acaricia mi cuerpo, la luz invade cada rincón de mi alma….
Y  ella…. vuela libremente, sin cadenas, sin pasado, sin futuro
Me siento parte del aire que respiro y cada átomo de mi existencia despierta a la vida,
Aquello que fui, se convierte en lo que soy, en lo que siento que soy.
Porque hay sentimientos puros y nobles como el aire…
Donde la distancia que el reloj marca, es sólo, una efímera sensación del cuerpo.
Porque una sola frase  puede transmitir todo el sentir de un alma….
Siento que hay gritos de esperanza,
donde las letras se unen libremente por un hilo invisible que une la nostalgia con la vida,
gritos que imploran ser reconocidos, gritos en silencio…Cargados de sentimientos….
Energía transformada en vibraciones, en sonidos silenciosos…
Que susurran simplemente  “gracias por existir”
Que se siente de corazón a corazón…

Y… ¿Tú me preguntas que es amor?

El AMOR es un sentimiento…
                                                      No puedo expresarlo con palabras

miércoles, 18 de mayo de 2011

DESNUDANDO A LA PRINCESA DESTRONADA

DESNUDANDO A LA PRINCESA DESTRONADA 

Yo también atravesé atajos de sueños, rastreando ese halo de luz que me cegaba

Cuando fingía ser yo, pero no estaba

Ya busqué el resplandor en las penumbras intactas, entre la oscuridad silenciosa que siempre me acunaba

Ya agonicé en mil fuegos y batallas y sucumbí a los destellos de falsas esmeraldas

Nací y morí, escrutando imposibles, rebuscando el hueco incandescente de una llama

Ya fui lobo sediento de la sangre de algún alma y resumí las guirnaldas del viento en collares de esperanza

Si, morí, entre los brazos de la nada, en el discurso huero de palabras

Pero, resurgí en las cenizas de esa ave que volaba, Susurrando sueño, pernoctando en el nido caliente de montañas. Ascendí peldaños, vomité recuerdos y extirpé el tumor maligno del deseo que cegaba.

Planté posiciones en el campo de lagañas, derrumbando esquemas, desnudando a la princesa destronada.  

Nunca supe destramar los enigmas de ese cielo que rompía barricadas, que dibujaba lazos invisibles  entre las almas grandes y te invitaba a bucear entre las rocas desgastadas del camino que te ataba.

Pero desvestí las sombras y cubrí los latidos cóncavos del cuadrado que me aprisionaba.  Pasee sin ritmo galopado en los senderos del suculento futuro imaginado y frené mis pasos y detuve el caminar sediento en las hileras de ese minúsculo epigrama que escribía letras y borraba palabras.

Alcé la voz entre los escondites de esa niña asustada, abriendo grietas, rompiendo los retales de ese sino que guiñaba a la luna y me empujaba por caminos en línea, por senderos sin trampas.

Y ahora, me descubro en la impugna de este mundo que juzgaba mis jugadas, que doblaba las esquinas de mis sombras, que donaba madrugadas.

Juego sin cartas en la manga, pero siempre gano, porque camino por senderos en blanco, sin escudos ni murallas. Escribo cada día el latir perpetuo de un corazón que ama, que se desliza lentamente con una sonrisa en la mirada, porque sabe lo que quiere, porque nadie ya la calla, porque el giro inesperado del destino despertó a esa niña que lloraba. Y ahora deshago las puntas del encaje de bolillos, me peino la melena y camino de puntillas por las calles suculentas de las ganas.


                                                                                                     HILAVE mayo  2011






domingo, 15 de mayo de 2011

APRENDIZ DE MAGO

APRENDIZ DE MAGO 

Penetro lentamente en la noche estrellada, me sumerjo en los confines de ese cielo que me mira fijamente. Desnudo la nada y me visto de todo.

Insignificante me elevo en este cosmos. Diminutos destellos me dan la bienvenida, soy una mota más de este mundo que  desconoce su designio.

Sólo soy un corazón que camina con miedo entre los recovecos de las calles, soy unos pies descalzos que siente las punzadas de las piedras, los arañazos de los valles, las caricias de esa agua que se evapora lentamente entre las cascadas de los sueños.

Asciendo entre vientos perfumados hasta tus pensamientos, me adentro y los huelo. Esnifo sus manjares, sus suspiros, sus anhelos. Comprendo mi ignorancia, mi caminar errante por los vuelos ajenos.

Desciendo entre escalones angulosos al cráter de tus sentimientos, los miro y los contemplo. Sólo soy una partícula minúscula enredada en los orígenes del viento.  Me mezo sigilosa palpando los momentos, sintiendo despertares entre los párpados del silencio. Arrecia el aire y me balanceo.

Me mezclo en las pócimas perfectas, sucumbo al juzgar perpetuo de ese manantial de sed que comen los expertos. No soy más que esa mota, que no olvida sus comienzos, que aprendió a ladrar despacio y a calzar sus pensamientos.

¿Cómo saber lo que late ahí adentro? ¿Cómo sugerir que conozco tus sueños?

No soy más que un aprendiz de mago, que desconoce la proporción de los brebajes, la medida exacta de los ungüentos. Descubro paso a paso los baches del camino, los precipicios escondidos, los aromas armoniosos, las manos del vecino. Destapo trampas y me lío en remolinos. Inepta en batallas sin espada, inexperta en solapar los aullidos.

Grito alto si me clavan los estribos, si me atan a una daga o me oprimen los suspiros. Aprendí a limar los bordes que arañaban, a mecerme en tu ombligo, a meterme en tus zapatos para regresar siempre a mi sitio.

Soy devoradora de emociones, de esa pasión que he cosido a mi vestido, que me empuja a conocerte, a penetrar sin disimulo en las quimeras de tu sino.

Soy todo, pero no sé nada, descoso a cada paso lo aprendido.  Destripo vanidades y zurzo la humildad a mi bolsillo.

Novata voy por la vida, tropezando a cada rato con las zancadillas del destino,  no sé lo que bulle en tu cabeza, ignoro el dolor que corroe tus latidos, las luces que alumbran esos pasos, ni los cantos que alegran el recorrido.

Pero seguiré buscando la verdad de las esencias, un conejo llevo atado a mi chistera, polvos mágicos en el dobladillo de mi manga y una sonrisa que me nace cuando miro tus ojos moribundos.


jueves, 12 de mayo de 2011

SI LO SUPIERAS...

La luna alumbra mis pasos, tu sombra se desvanece poco a poco entre las grietas de esta noche en la que mi cordura se ausenta y da paso a esa parte de locura que grita por encontrar su sitio. Miro hacia atrás y te veo marchar. Algo en mi interior me grita que corra tras de ti y detenga tus pasos. Pero, no voy a hacerle caso. Sé que mañana las sombras cubrirán las luces, siempre sucede así.

No es la primera vez que siento esto, no es la primera vez que mis labios desean acercarse a los tuyos y besarte. Pero, escapo antes que esa sensación me venza y se apodere de mí, antes de que sea demasiado tarde para salir corriendo.

No  puedo decirte lo que siento, no puedo abrirte este corazón que ha estado en la  penumbra tanto tiempo. No quiero que desnudes las cicatrices de esta piel y descubras que aún supuran dolor entre sus aristas.

Pero cuando me miras, siento que la vida recobra su brillo, me miro en tus ojos y me veo hermosa, infinitamente hermosa. Eres las madrugadas dulces y las noches serenas, a tu lado, el miedo se esconde, se esfuma, desaparece. La paz me acuna, me seduce entre tus brazos y me insta a quedarme contigo.

Si supieras lo que siento, te acercarías despacio y me abrazarías inundando mi mundo, si lo supieras, no me dejarías escapar, seguirías a mi lado hasta el final de mis días. Pero este es mi secreto, tú no lo sabes y posiblemente nunca lo sabrás. No quiero que esos brazos me atrapen y ya nunca pueda escapar.

Sé que si dejo que tus manos me acaricien ya no podré marcharme.

Porque si lo supieras, volverían las noches en vela, los sentimientos de culpa, los pasos errantes por los incendios, por las llamas sin control,  por ese sendero donde la libertad tiene dueño, donde la razón se escapa para no contemplar mi caída, porque las palabras se esconderían, mi cuerpo se encendería al olor de tu esencia, al rozar de esos labios que se humedecen al mirarlos. Porque volverían las miradas furtivas, las sospechas sin huellas, los caminos sin tregua. Las pasiones mundanas por las sabanas de seda, los besos callados, el frenesí de la contienda, los suburbios sin miserias, los manjares entre tus piernas y las caricias por los perfiles de esa alma que se desnuda de piel y de decencia.

Si supieras lo que siento, si lo supieras, volverían mis deseos sin fin, mis sudores emanando los flujos sedientos de besos, descubrirías la llama que se esconde en el manantial de este río manso, conocerías a esta mujer que se desvive entre el hielo y el fuego.  No, no puedo.

No, no es tan fácil  construir un hogar sobre las brasas de un pasado inconcluso, no es tan fácil deshilvanar el hilo de los momentos vividos y volver a coserlos en un nuevo puerto. No es tan fácil despertar una mañana con las manos vacías y seguir adelante sin ganas. No, no es tan fácil, recomponer las piezas fallidas, las miradas de estorbo, las fragancias marchitas y mirarte a los ojos sin que se me escape un te quiero. No, no es tan fácil distinguir lo que es amor a lo que son cadenas.

Así que te dejo marchar, y me encierro a descansar en mi cementerio desierto, al umbral de lo incierto, en los laberintos de un pasado al que permanezco enclaustrada por miedo a despertar. Siempre en las sombras, en la oscuridad muy cerca del foco de luz, pero sin cerilla para encenderlo. Aunque a veces, los destellos del alba alumbran mi cueva y puedo verte. El antifaz con el que cubro tu rostro para no adentrarme en tu piel se evapora. Siento tus labios cuando hablan y tus manos cuando rozan las mías. Pero escapo, tengo que escapar, no puedo dejarme llevar por esto que siento. No puedo fundirme con tu piel y fluir dentro de tu sangre. No puedo decirte lo que siento, no, no puedo.

Escapo y volveré a escapar cada vez que mi corazón me aúlle que vuelva, huiré antes de que descubras lo que gritan mis ojos al verte, lo que emanan mis poros al olerte, antes de que percibas este latir profundo entre las yemas de mis dedos, este  palpitar inquieto cuando estoy a tu lado. Este deseo incontrolado que desarma mis armas y sucumbo a todos mis instintos primitivos que me llevan a los callejones del delirio y el desenfreno.

Por eso callo, porque si lo supieras no me dejarías marchar, me atarías con cadenas al amparo de tus sueños, al suspirar de tus anhelos. Doblegarías mi alma, y volvería a perderme entre los entresijos de este vivir sin freno, este sentir con llagas, este morir despacio entre tus labios y tus dedos.

Porque si lo supieras no habría distancias ni fronteras, no habría paz, sólo guerras. Esa que habita dentro de mí cuando mi corazón queda preso.

Por eso, mejor me callo, huyo cuando te tengo cerca, que no sepas lo que siento, que no sepas lo que bulle aquí adentro.

Porque si lo supieras…