viernes, 29 de junio de 2012

LA QUE NUNCA DEJÓ DE SER




                                                    LA QUE NUNCA DEJÓ DE SER


Con la cabeza cabizbaja asumo mi designio…
Prometí dártelo todo, pero sólo pude darte lo que te di.

Quise ser ángel, pero aún sangraban mis heridas. Quise ser silencio, pero nunca aprendí a calmar mi voz. Quise ser traje en playa ajena, cuando sólo soy piel y pies en la arena

Quise ser la que creía que era, pero la mujer que conociste murió en la última cruzada. Se desprendió de la aguja sin hilo que cosía su armadura y salió al mundo a pecho descubierto. Las enaguas se le quedaron pequeñas, y en el anacronismo del sentir vislumbró el hambre que la devoraba por dentro.

Vuelvo a ser, la que nunca dejó de ser. Vuelvo, al manantial de donde todo nace, donde comienza el final, donde se fragua el principio.

Vuelvo a las flores que prenden de mi sonrisa, al sendero lleno de pétalos, al camino repleto de sueños...

Lo siento, aunque mi alma quiere dártelo todo, sólo puedo darte lo que te di.

Hilave 23 Junio 2012

ME DESPLOMO


ME DESPLOMO


Caminan mis pies desnudos por el rescoldo encendido, se derrumban uno a uno todos mis pilares, los argumentos que inventé para existir se van lentamente.

De pie, entre las lozas inservibles del pasado, me desvanezco, ruedo moribunda por ese suelo que roza mis penares, levanto mi vista y busco entre la multitud quien pueda ayudarme, quien pueda devolverme mi cordura, quien pueda tenderme una mano.

Y ahí estás tú, reconozco las suelas de tus zapatos, he caminado un tramo con ellos, he sentido sus punzadas, sus aristas. Hoy necesito de ti, no hay otra piel que pueda acurrucarme, no hay otra voz, que pueda calmar mi llanto. Hoy aúllan en mi barriga todos los espectros que guardé para olvidarlos, hoy retumban todos los tambores de guerra de una lucha en la que todos pierden, en la que no hay manantiales coloridos, en la que la soledad es mi único aliado.

No me dejes caer, te grito, sostenme en esta noche oscura, dame tu mano y sácame de este cataclismo. Dame mil argumentos para mantenerme en pie, dame razones para templar a este fuego que lo arrasa todo a su paso. Dame toda tu templanza, seréname, devuélveme a mi casa, a la paz de mi armonía, al canto de sirenas donde sólo escucho nuevas madrugadas.

Hoy me hundo en esta locura de repetirse la historia, el dolor me desgarra, no hay salida para sus manos diminutas, no hay herramientas efectivas que yo pueda mostrárselas. Mientras tanto gritan silencios que se escuchan en el viento, grita la loba que protege a la manada.

Hoy necesito que me sostengas un rato, que me devuelvas a mi origen, a la luz de donde mana todo el misterio, a la claridad de las olas, a la tranquilidad de las aguas mansas. Porque hoy soy torbellino, no puedo ver más allá de donde alcanza mi lanza y necesito un hueco por donde escapar de las llamas.

Pero tus pies se alejan en medio de la multitud, te meces con el vaivén de la farándula y allí quedo yo, sin derramar una lágrima, esperando caer, que se desplomen mis huesos y se renueve mi alma.