miércoles, 1 de mayo de 2013



EL DESTINO

Tal vez algún día cuando deshilvanes los hilos de tu dobladillo encuentres mi sonrisa arrugada cosida a tu risa, tal vez al mirarla se arqueen tus labios y recuerdes por un instante el tiempo en que reíamos juntos.

Tal vez, los hilos del tiempo descosan tu memoria y tejan en el espacio en blanco donde nos quedamos, las palabras nunca dichas. Tal vez los besos que se escondían a hurtadillas salgan a tu encuentro y entonces comprendas todo aquello que decían mis labios. 

Tal vez sientas curiosidad de encontrar en los raíles de nuestra historia el momento en el que depusiste las armas, el momento en el que decidiste dejarlo. Tal vez encuentres las fotos,  en la que reían mis ojos, reía mi cuerpo, reían tus labios, y reconozcas en ellas, el amor que te di. 

Tal vez entonces recuerdes lo que siempre te dije, sientas los hilos invisibles de los que siempre te hablé. Tal vez te cuestiones si la distancia es cosa del destino o si tal vez tú pudiste cambiar el destino. Quizás entonces  te preguntes porqué cuando se apagaron las luces no corriste a encenderlas, porqué cuando te dije adiós, no detuviste mis pasos.  

Tal vez, sigas deshilvanando aquellos momentos y sientas un infinito deseo de buscarme, tal vez intentes rozar mi mano en un último intento de retenerme, reconociendo que ya no estoy, que me marché, que esta vez, sí me marché. 

Y tal vez, sólo tal vez, entonces reconozcas que a pesar de todo, como siempre, yo llevaba razón y el destino estaba marcado. 

Hilave 1 mayo 2013