EL DESTINO
Tal vez algún día cuando deshilvanes los hilos de tu
dobladillo encuentres mi sonrisa arrugada cosida a tu risa, tal vez al mirarla
se arqueen tus labios y recuerdes por un instante el tiempo en que reíamos
juntos.
Tal vez, los hilos del tiempo descosan tu memoria y tejan en el espacio
en blanco donde nos quedamos, las palabras nunca dichas. Tal vez los besos que
se escondían a hurtadillas salgan a tu encuentro y entonces comprendas todo
aquello que decían mis labios.
Tal vez sientas curiosidad de encontrar en los raíles
de nuestra historia el momento en el que depusiste las armas, el momento en el
que decidiste dejarlo. Tal vez encuentres las fotos, en la que reían mis ojos, reía mi cuerpo,
reían tus labios, y reconozcas en ellas, el amor que te di.
Tal vez entonces
recuerdes lo que siempre te dije, sientas los hilos invisibles de los que
siempre te hablé. Tal vez te cuestiones si la distancia es cosa del destino o
si tal vez tú pudiste cambiar el destino. Quizás entonces te preguntes porqué cuando se apagaron las
luces no corriste a encenderlas, porqué cuando te dije adiós, no detuviste mis
pasos.
Tal vez, sigas deshilvanando
aquellos momentos y sientas un infinito deseo de buscarme, tal vez intentes rozar
mi mano en un último intento de retenerme, reconociendo que ya no estoy, que me
marché, que esta vez, sí me marché.
Y tal vez, sólo tal vez, entonces
reconozcas que a pesar de todo, como siempre, yo llevaba razón y el destino
estaba marcado.
Hilave 1 mayo 2013