DÉJAME AYUDARTE...
¿Cómo hacer para alargarte mi mano y que tú la cogieras? ¿Cómo te explico que sólo quiero ayudarte, sentarme a tu lado y escuchar lo que sientes? ¿Cómo, cómo lo hago?
Enséñame el camino que me lleve a tu alma, muéstrame el porqué gritas tan alto entre tanto silencio. Enséñame ese dolor del que no eres culpable, sé que te llora ahí adentro.
Deja que mi alma llegue a tu alma, deja que mi amor te abrace muy fuerte. Déjame acompañarte en ese camino tan largo, déjame que te sujete.
Déjame que me siente a tu lado, déjame tiempo para que confíes en mí, para que sepas, que estoy aquí, que no estás solo, que siempre estaré, que nunca me iré.
No, no puedo explicar lo que siento, es tan fuerte que me duele aquí adentro. Es un desgarro del alma al no poder ayudarte, al no poder acercarme a tu alma, para calmarla, para darle la mano y salvarla.
Porque se puede, te aseguro que se puede salvar, sanar las heridas, volver al comienzo, dejar que te duela, dejar que tus labios griten muy alto, dejar que tus manos se muevan sin miedo, dejarte dejar, y dejar todo atrás, de una vez por todas dejar todo atrás, morir, de una vez morir, para volver a nacer, pero esta vez, sin miedo a vivir…
Déjame ayudarte, dame tu mano y muere… te prometo que nunca volveré a dejarte.
Hilave
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