viernes, 29 de junio de 2012

LA QUE NUNCA DEJÓ DE SER




                                                    LA QUE NUNCA DEJÓ DE SER


Con la cabeza cabizbaja asumo mi designio…
Prometí dártelo todo, pero sólo pude darte lo que te di.

Quise ser ángel, pero aún sangraban mis heridas. Quise ser silencio, pero nunca aprendí a calmar mi voz. Quise ser traje en playa ajena, cuando sólo soy piel y pies en la arena

Quise ser la que creía que era, pero la mujer que conociste murió en la última cruzada. Se desprendió de la aguja sin hilo que cosía su armadura y salió al mundo a pecho descubierto. Las enaguas se le quedaron pequeñas, y en el anacronismo del sentir vislumbró el hambre que la devoraba por dentro.

Vuelvo a ser, la que nunca dejó de ser. Vuelvo, al manantial de donde todo nace, donde comienza el final, donde se fragua el principio.

Vuelvo a las flores que prenden de mi sonrisa, al sendero lleno de pétalos, al camino repleto de sueños...

Lo siento, aunque mi alma quiere dártelo todo, sólo puedo darte lo que te di.

Hilave 23 Junio 2012

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