sábado, 1 de octubre de 2011

MIEDO A LO DESCONOCIDO



MIEDO A LO DESCONOCIDO

Ayúdame a seguir mi camino. La ceguera se ha instalado en mis venas. Mis pies no encuentran las piedras donde apoyar las pisadas. Desaparece la senda, mi cuerpo, hace aguas. El destierro anega mis pulmones, no sé mantenerme a flote en  este torrente agitado y desconocido. La calma se ha marchado, espantada por los gritos silenciosos que anidan en mi garganta y claman al cielo su auxilio.

La soledad ha abierto la veda, cazadores disparan sus fusiles y me pillan desprevenida. Quiero la vida que tenía. Quiero mi pasado con sus días. Quiero volver atrás por las piedras angulosas que me sostenían. Pero ya no puedo, se fueron todas sus aristas. Me hundo sin remedio en este torbellino inexplorado y oscuro, donde nado, sin encontrar un trozo de tierra para descansar, de tantos y tantos días en vigilia.

Soy una intrusa en esta jungla. No consigo adaptarme a las reglas de este juego que poco a poco me destruye. Nada queda de este yo con el que convivía. Ya no conozco las manos que escriben con sangre, esta aventura extraña en la que despierto cada día. No pertenezco a este mundo. Quiero volver a tener lo que tenía. Quiero la tierra bajo mis pies, quiero descansar de tanta lágrima, de este mar que me engulle, me asfixia y me aniquila.

No sé quien soy, ni a donde voy. Desarraigada y sin futuro la vida me empuja hacia un nuevo destino. Pero tengo mis pies enmudecidos, cansados y mal heridos.

Desnuda, sin mi yo y sin mi vida, he de encontrar de nuevo mi sitio. Demasiados enigmas sin respuestas, demasiada gente que camina, demasiado miedo en las entrañas, demasiada soledad en esta isla.

No tengo donde agarrarme. Naufrago entre el pasado que no suelto y que no existe. Y huyo del presente que me mira de frente y me persigue. Y sola quedo yo, en medio de este humo enardecido, que asesina mi memoria, mata mi pasado y me ofrece nuevas amapolas extranjeras, que hablan un lenguaje para mí indefinido.

Soy proscrita en mi pasado, ya no puedo mantenerme en pie entre mis recuerdos. Se desvanecen poco a poco, atrás no queda nada. El pasado, ya no me pertenece. Se fue con el aire, se fue para siempre.
Adios, pasado, abro mi mano, y el humo se desvanece. 


HILAVE octubre 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario