miércoles, 10 de agosto de 2011

SIMPLEMENTE SEXO


Nada de preámbulos, nada de cortejos, de arrumacos, de complicidad o de sentimientos.

Dos cuerpos desconocidos en el mismo lecho, dos manos que aún no se han acariciado tocando nuestros sexos, dos labios que no conocen el sabor de esas bocas jugando al deleite perfecto, dos cuerpos que no hablan, intercambiando simplemente fluidos, es eso.

 Tú preocupándote por tu erección, yo por si mis pechos son demasiado pequeños. Tú intentando mantener la atención, yo pensando en que me sobran quinientos gramos y tal vez por eso no te guste mi cuerpo.

 Es simplemente un apagón de fuegos, de instintos primitivos que se encienden y se apaciguan con un fuera y adentro.

 Un “ha estado muy bien” siempre la misma respuesta. Algo que no se cuestiona, que no se interroga, en el  fondo, ninguno quiere saberlo. Tú hacia un lado, yo hacia el otro, y mañana cuando el alba despunte me iré para no enfrentarme a mis miedos.

 ¿Para qué?  ES SIMPLEMENTE SEXO

 Atrás quedó aquel tiempo en el que descubrir era lo  más importante. En el que se hacían las cosas despacio, en el que se desvestía primero el alma y después al cuerpo.

 Tenemos demasiada prisa, no hay tiempo para eso. Ahora prima la cantidad. Cuan grande tiene el pene, cuan grande tiene los pechos, cuantos orgasmos he tenido, cuantas veces lo hemos hecho. Con cuántas esta semana, con cuantos he cenado primero…
¿Cuántos, cuántos, cuántos…cuántas, cuántas, cuántas?

 No hay espacio para tonterías, esto es lo moderno, lo actual, lo que se lleva.

 Pero, yo me siento vacía ¿Tú te has adaptado a este juego?

 ¿Dónde quedó el juego de miradas? ¿Dónde el acariciar las manos primero? ¿Dónde alimentar los sentimientos? ¿Dónde descubrir nuestros cuerpos?

 Tú preocupado por dar la talla, yo con que me desnudes con la mirada, me trences el pelo, deslices tus dedos por mi espalda o acaricies lentamente mi cuerpo.

 ¿Dónde quedó el enamorarme primero? ¿El destramar poco a poco lo que late en mi pecho? ¿Dónde un ignorar los tamaños para que primen los sentimientos?

 ¿Dónde un golpe de latidos? ¿Dónde los abrazos furtivos y besos? ¿Dónde un admirar y un deseo?

 ¿Dónde el compartir los temblores? ¿Dónde hilvanar las pablabas al beso? ¿Dónde un derroche de piropos? ¿Dónde las risas y el juego?

 ¿Dónde quedó el investigar los lugares secretos, el bucear con tus besos, el sorber los manjares, el deleitarse entre mis dedos?

 ¿Dónde quedó el adaptar poco a poco los cuerpos, el aprender a sincronizar  dos labios y un sexo, el despertar los sentimientos entre las miradas y un roce de dedos?

 Nos saltamos al menos siete pasos ¿es que nadie se da cuenta de eso?

 No, no tenemos tiempo, el sexo no funciona, me voy en busca de otro que haga gozar mi cuerpo. Nada importan los sentimientos.

 Frustraciones, fracasos, desilusiones, decepciones, desengaños y lamentos.

 Son tan altas las expectativas que hemos puesto, que al final no llego a la altura del cuento.

 Así que me vuelvo al primer latido, a desenterrar cual es mi orden perfecto.
Tal vez no sea moderna, actual, pero ahora que me detengo, sé que es lo primero.

Con tantas prisas olvidé, que todo tiene su tiempo.

                                                                                                      HILAVE agosto 2011


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