SOY FIEL A MI PALABRA
Elevo el verbo, asfixio el aire, hasta que el hueso se fractura y se deshacen los pedazos. Pero renacen voces de requiebros entre las astas de este esqueleto que reniega de tu estirpe. Germina la flor que se abastece de este asesinato frustrado que llora en silencio.
¡Cuánto duele a veces lo que digo! ¡Cuánto duele a veces lo que callo!
Pero soy fiel a mi palabra, aunque supure la sangre entre mis labios.
Porque soy estrella añorando cielo, soy ola mendigando mar y en el horizonte del vocablo, se destapa la verdad, ésa, que a mi me daña, ésa, que a ti, te mata.
Se muere aquel último minuto, ése que pudo pararlo todo y salvarlo…
Enveneno un absurdo, hago una promesa y me marcho.
Y en la fragilidad de este silencio, muerdo la lengua que distraída te pronuncia, ato los brazos que se abren a tu paso. Distraigo a mis pensamientos moribundos, los enredo en el aire y los mato.
Tarasco las ganas de tu voz. Guillotino este paseo errante por los pasadizos de mi hambre. Aniquilo esta soledad que impreta la imagen borrosa de tu sangre, empachándome de entes, hasta saciar la oquedad de tu recuerdo y vomitarlo.
Y aunque a veces, maldiga lo que dije, y condene lo que callo…
Soy fiel a mi palabra, hice un pacto con el diablo.
HILAVE agosto 2011
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