domingo, 3 de octubre de 2010

HOY ESTOY CANSADA

HOY… ESTOY CANSADA

Hoy estoy cansada, cansada de ir siempre corriendo detrás de la vida y que se escabulla entre mis dedos cuando la alcanzo. Cansada de creer en ella, y que se evapore sin pedir permiso entre mis aguas. Si, cansada, estoy cansada, de llenar mis cantaros de esperanza y que se desparrame por los jirones de mis enaguas.
He bajado a los infiernos, he abrazado a ese demonio en el que no creo pero que hoy se instala en los huecos de mis ventanas. Se queman mis sueños entre lágrimas de sombras, mientras me asfixio buscando el aire en los rincones de la añoranza.  Penumbras llenan mis manos vacías, la oscuridad me acompaña, quiero hundirme en los abismos, y descansar de tanta batalla.
Mi silueta se desvanece entre los dedos de mi cabaña, busca reflejos en los espejos y sólo encuentra hipocresías y zafias artimañas.
Hoy… estoy cansada
Quisiera desterrar por esta noche la semilla de mi linaje, la pureza de mi casta, la beldad de mis palabras… huir de este cuerpo que me aprisiona a una vida donde nada tiene sentido, donde las luces rápidamente se apagan, quiero volar, sólo eso, volar tan lejos como mi alma quiera llevarme, tan lejos, tan lejos, que nadie pueda alcanzarme…
Sólo quiero volar, ¿lo sabes? Quiero escapar de este caminar sediento, de este peregrinar sin aliento, quiero desvanecerme, innovarme en agua, surcar los montes, acariciar las laderas de esa montaña, tocar su tierra y penetrar lentamente por los poros de la cascada.
Hoy… estoy cansada
Cansada de fútiles encuentros, de inertes miradas, de manos sin dedos, de cuerpos sin alma.  Cansada de caminar sin red, de mentes vanas, de sonrisas robadas sin pasión en las entrañas. Intento volar y no puedo, quiero elevarme tan alto que nadie pueda enredarme entre sus sabanas, no quiero caricias sin nombre, no quiero besos que no perturben mi balanza.
Hoy… estoy cansada
Se anegan mis sueños, se desborda mi templanza, se esfuma mi sonrisa y se secan mis lágrimas. Quiero caminar sin cordura, quiero abrazarme a la insensatez de una mirada, hoy me duele tu ausencia, necesito que me devuelvas mis alas. Necesito sentir el deseo de tu piel, el latir de tu almohada.
Si, hoy estoy cansada, cansada de cerrar los ojos y no ver nada.
           
                                                                                                                                                                                                                                                       Escritora de sueños septiembre 2010

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