viernes, 1 de octubre de 2010

¿Y qué le voy a hacer si nací para volar?

¿Y QUÉ LE VOY A HACER SI NACÍ PARA VOLAR?

Adornada de luces emerjo de mi mundo, ese que creé cuando aún jugaba con muñecas. De pequeña no entendía demasiado bien a los humanos, no comprendía aquello que llamaban mala leche, ni la palabra amargura, ni el porqué tenía que disfrazar mis sentimientos con los jirones de otra vida, porque la sinceridad no era bien recibida.
Ya por aquel tiempo, surcaba los cielos en busca de respuestas, ignoraba que se podía circular por el asfalto de forma más sencilla, y es que ya por entonces lo fácil me aburría.
¿Y qué le voy a hacer si nací para volar? ¿Y qué le voy a hacer si no puedo ser normal?
Soy esa niña que soñaba con príncipes sin castillo y princesas sin corona. Que se tambaleaba en los árboles y prendía ideas en las nubes simplemente para subir a recogerlas.
Crecí entre letras y pinceles, dibujando a cada paso palabras en el viento, haciendo garabatos en el lienzo de mi vida, buscando y no encontrando un lugar donde anidar mis pensamientos. Vagué examinando la tierra a cada paso, las gentes y sus vidas, intentando encontrar similitud de firmamentos, pero sólo hallé la oquedad del universo.
Perdida en el vaivén de mis silencios me acoplé a sus enaguas, hilvanando líneas rectas cuando miraban y deshilvanándolas cuando se distraían en aparentarlas. Pero mi esencia caminaba por su cuenta, ignorando lo gélido de sus miradas, ella ostentaba la beldad de su sonrisa, disfrutaba cosiendo sueños a mi solapa. Pero aquello que tú veías, la imagen que se desdibujaba, no era más que una efímera sensación que tus ojos admiraban. La niña soñadora seguía viviendo, a la luz de la ventana, dormía de día y de noche volaba.  Siempre buscando ese lugar, donde hubiera similitud de almas.
Y  un día mientras buscaba, llegaste tú dibujando carcajadas, me untaste con el mundo, arroyando mis ideas gastadas. Me mostraste los matices, las sutilezas de esta nuestra raza, metiendo mis narices en el centro este volar sin capa. Y esnifé sus miedos, y aspiré sus insulsas palabras, escritas en papeles de agua que se evaporaban con el sofoco de sus llamas.
Y ahora miro mi refugio, contenta de adentrarme entre sus entrañas, buscando el hueco diminuto del destino, ese que se esconde cuando necesitas nuevas madrugadas.  Me acoplo a sus latidos, me ensamblo con los huesos de mi casta, me abro camino entre las aguas, siempre nadando sin guardar las ropas que me abrazan. Nunca me importó andar desnuda, puedes llevarte hasta mi falda, si hurtas aquello que no es tuyo, seguramente será porque no tienes nada. Llévatelo sin disimulo, yo me volveré de espaldas, nunca te diré por qué lo hiciste, nunca te recriminaré tu falta.
Porque creo en la gente, esa que comete mil errores, que es imperfecta e impúdica, que aprende a base de golpes. Me ha enseñado la vida, que no es más noble quien engalana más honores, no es más sabio el que más habla, ni más necio el que se esconde.
Mis manos te la entrego limpias, puedes pintarlas de manchurrones, que los mojigatos miren por lo alto de mi cabeza que yo me alzo sin contemplaciones.
Reniego si presumes, de grandes hazañas y posiciones, Tu abolengo lo marca cuantos agujeros tengas en los pantalones. Nunca pido credenciales, tus títulos lo dictan tus vocales, esas que caminan en tu bolsillo y con las que construyes tus frases existenciales.
No sé de estrategia en la batalla, soy inexperta en estratagema y artimañas, me duele la cabeza si he de pensar en enmarañar las palabras. Dos más dos son cuatro, diría tus bosquejos cegados, porque a veces puede ser tres más uno e incluso cero más cuatro.
Para mí no hay verdad absoluta, depende de quien calce los zapatos, sólo si me lo prestas un rato podré comprender el porqué caminas a ritmo tan despacio.
Si necesitas que me acople a tu piel, desataré la membrana de mis brazos, me asiré a tu regazo y caminaremos un tramo. Siempre me meto en la piel del que sin querer ha dañado, la perfección es un timo, todos somos imperfectos e insensatos. Soy una loca quizás, pero perdono lo imperdonable, todos tenemos una razón para surcar mares con tempestades.
Creo en el ser humano, creo en su bondad y su nobleza, se que a veces ella está condicionada por murallas opulentas. No insistas en que luche con tus defectos, que ellos ya conspiran entre tus dientes, deja que hablen tus ojos, ellos no mienten a distancias tan cercas.
Muéstrame porqué enseñas tus garras, exponme el porqué de tantas corazas, el dolor es una jarra de agua fría para despertar nuestra alma postergada.  
Si esperas de mí intrigas o nimias palabras para cautivar tu corazón, date la vuelta, sólo sé enamorar en mi regazo, con una hilera de versos y una ristra de abrazos. No soy astuta ni maliciosa, no sé en que lugar se encuentran los malos, además no me interesan esa clase de juegos, la vida ya es bastante difícil para jugar a complicarlo.
No soy devoradora de hombres, sólo engullo palabras, en la cama soy río manso de besos, disfruto acariciando la rima y sofocando los versos. Si tienes prisa detente, no sé sentir con velocidad desatada, susurra a mi oído tu canto, recorre mi piel enlazando la lana.
Sonrío si tú sonríes, me gusta acariciar la piel de tu letargo, y despertarte a la vida, sólo con mis labios. Si he de amar, amo, sin tapujos ni engaños, no camuflo lo que siento, no sé vivir sin expresarlo. Si he de llorar, lloro, no me avergüenza admitir que me has dañado, aunque tú cierres tus ojos, yo veré que estás llorando.
Limpio mis harapos con el llanto, zurzo mi dolor a la prenda que engalano, que nunca se me olvide que sufrí, que descendí a los infiernos, que una vez viví para morir y morí para volver a caminar con las herramientas de mi mano.
Prefiero caminar bajo las estelas que habitar un hotel de cinco estrellas, almorzar sobre la arena cruzando mis piernas y transitar verdes avenidas donde no hay establecimientos ni tiendas. Me gusta lo sencillo, lo nimio, lo cotidiano. Aunque siempre mirando desde otro plano. No me gustan los dobleces de puntas ni las maniobras de manos, que soy lenta para ver lo que se esconde detrás de la chistera del mago.
Si me extiendes la mano, yo la agarraré bien fuerte, y te ayudaré a salir de tu desencanto aunque para ello haya de postergar lo que antes había empezado.
Siento la necesidad de protegerte, no me preguntes si yo lo he planeado, es algo intrínseco a mi persona y no hay manera de despegarlo. Si un niño veo llorar, se me encoje el corazón en mil pedazos, que nadie dañe lo más puro, alzaré mi voz para salvarlo.
Hilando sueños entre las sábanas duermo desnuda, me gusta sentir el tacto de tus manos, acariciando mis dudas, apaciguando mi llanto.
Pero no me pidas que renuncie a trepar entre los árboles, ni a ascender a recoger mis sueños entre las nubes que yo escalo, ni a perdonar a quien me daña, porque no sé vivir a ras del suelo, siempre busco lo complicado, porque vuelo mucho más alto.
Veo más allá de tu figura, más allá de la piel que cubre tus brazos, tus ojos me dicen tu verdad, esa que seguramente andes ocultando. Posiblemente debería callar, amordazar mi sinceridad en adornados regalos, pero, no aprendí a disimular, la autenticidad es mi bien más preciado. No sé vivir arrastrando mis pies, aprendí a elevarme para comprender al ser humano, esa casta en la que me incluso, con sus virtudes y sus fallos.

¿Y qué le voy a hacer si nací para volar? ¿Y qué le voy a  hacer si no soy normal?


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  

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